domingo, 8 de abril de 2018

SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA Y FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA: A SEGUIR CELEBRANDO... Y AMANDO

Seguimos de Pascua porque los cincuenta días que van del domingo de Resurrección al domingo de Pentecostés los seguimos celebrando con alegría pascual.
Y lo celebramos con una bienaventuranza: "Benditos los que saben creer con los ojos del corazón y de la confianza en vez de con sólo los ojos de la cabeza y de la ciencia."
La razón es un don que Dios nos ha dado y debemos hacer uso de ella siempre, pero la razón no nos puede cerrar las puertas de las maravillas que se le escapan.
Ser capaces de ver a Jesús en los demás es la mejor prueba de su Resurrección. Y ser capaces de meter nuestras manos en las heridas de los demás para curarlas es la mejor prueba de nuestra fe.





Y, aunque muchas veces las dudas nos asalten y vayamos haciendo equilibrios por una cuerda floja, nos sabemos en manos del Amor de los Amores. La Trinidad está en nosotros y nosotros en ella.


Y en este segundo Domingo de Pascua celebramos la fiesta de la Divina Misericordia, el amor tan grande que que Dios nos tiene y que nunca acabaremos de comprender, aunque sí lo podemos experimentar en nosotros mismos e intentar llevarlo a los demás.

martes, 3 de abril de 2018

MUY FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN 2018

Estamos en los días siguientes de haber celebrado el acontecimiento más importante para los cristianos: la Resurrección de Jesús después de haberlo dado todo y de haberse dado todo por nosotros.
Pero, aunque se haya terminado la Semana Santa, con todo su arte y todas sus vacaciones, y hayamos tenido que volver al Cole, nosotros lo seguimos celebrando por todo lo alto porque, con su Resurrección, Jesús nos da la Vida con mayúscula, la Vida que no termina nunca jamás.
Y otra cosa de la que nunca nos cansamos es de felicitarnos entre nosotros y de darle a Jesús las gracias una y otra vez.
Además de las tarjetas, los dulces, los huevos de pascua..., la mejor manera de hacerlo es que nosotros también amemos y sirvamos mucho, como Él nos enseñó a hacerlo toda su vida y, especialmente, en su Última Cena (Jueves Santo); y, también, que aprendamos a ir entregando nuestra vida en ese amor y en ese servicio como Él lo hizo siempre y, especialmente, cuando murió (Viernes Santo).
Así habrá más Resurrección y más Vida en nuestro mundo, y menos dolor, sufrimiento y muertes (Domingo de Pascua, Domingo de Resurrección).
Triduo Pascual, Triduo de Amor a tope. Así se llama a los tres días más importantes de la Semana Santa. La última parte del Jueves Santo celebramos el darse, el servir y el quedarse con nosotros en el Pan y el Vino, el Viernes Santo celebramos el entregarse hasta dar la vida, el Sábado Santo guardamos Silencio y la primera parte del Domingo de Resurrección celebramos la explosión de Luz , Paz y Vida, que luego se extiende hasta la tarde.