Ayer, 26 de julio,
celebramos la fiesta de San Joaquín y santa Ana,
los padres de María y, por tanto, abuelos de Jesús.
De ellos realmente sabemos muy poco,
y lo muy poco que sabemos viene de tradiciones y escritos cristianos,
pero no aceptados por la Iglesia como algo importante para nuestra fe
por diversos motivos.
por diversos motivos.
Pero, por lo guay que fue y es su hija María,
sabemos que fueron unos muy buenos padres y unas muy buenas personas
y eso es lo que verdaderamente nos importa.
Aprovechando este día,
la Iglesia celebra también el Día de los abuelos,
esas personas de las familias que tanto quieren a su nietos
y ayudan a los padres a educar y a sacar adelante a su hijos.
Además, son personas muy sabias
por las experiencias que han vivido
y muchos son muy amigos de Jesús
y ayudan a sus nietos a crecer en esa amistad.
Así que,
aunque con un día de retraso
nunca es tarde para agradecerles tantas y tantas cosas
y desearles:
Y también nos acordamos de los "abus"
que ya no están con nosotros
y rezamos por ellos.
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