Hermano calor,
te esperábamos con ilusión
y ahora no podemos contigo.
Has llegado con mucho furia
y nos tienes fritos.
Baja un poquito el tono de tu voz.
Te oímos de mejor manera
si nos dejas salir de nuestras trincheras
y respirar los aires del verano
que tanto necesitamos.
Sabemos que esto tuyo
es una moda pasajera,
pero sería tan de agradecer
que bajaras ya los humos
y nos dejaras florecer.
Anda, sé bueno.
Déjate querer.
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