El pasaje del Evangelio de hoy nos brinda las Bienaventuranzas de Jesús, el camino que nos propone para ser felices amando y dando felicidad a los demás y a este mundo, tal como Dios quiere. Camino que siguieron y siguen todos los santos, cuya fiesta celebramos hoy.
Y lo celebramos por todo lo alto, con globos de luz y alegría, proclamando las bienaventuranzas del Reino.
Los santos nos enseñan cómo hacernos niños, cómo trabajar por el pan de cada día, cómo poner en el centro a los pobres, cómo ser pacificadores, cómo consolar a los tristes, cómo luchar por la justicia,… Vivir las bienaventuranzas día a día en nuestra vida es el mejor camino hacia la santidad, que es lo que nos muestra Jesús en la alegría del Evangelio.
Ojalá la fiesta de todos los Santos, los canonizados (=Ya nombrados santos por la Iglesia) y los anónimos (=Los desconocidos), nos ayuden a “cargar las pilas” para responder a la llamada a ser santos. Una santidad del día a día, que apuesta por los sueños del Reino de Jesús.
Gracias de nuevo a Patxi Velasco (FANO) y a Fernando Cordero.
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