Nos ha llegado este Tercer Domingo de Adviento, domingo de Gaudete, domingo de alegría y gozo porque ya está cerca el mejor regalo de nuestra vida, domingo de alegría para estar alegres anunciando la Buena Noticia, que se hace realidad en palabras de esperanza y en gestos que hablan por sí solos de vivir como hermanos y de vivir compartiendo.
Después de escuchar este pasaje del Evangelio podemos preguntar a Jesús: ¿Qué debemos hacer? ¿Cómo podemos preparar nuestro corazón para que nazcas en él?
Y es el mismo Juan Bautista quien nos invita a preparar el corazón para acoger a Dios y nos da las pistas de cómo comportarnos en situaciones concretas, justo haciendo lo que hace ese Niño que nace: Mirar bien a nuestro alrededor, compartir de lo que tenemos con quien no tiene y necesita; no hacer daño ni aprovecharnos de los sencillos y de los indefenso; ser pan y calor para el que está machacado por el hambre y la desnudez; ser puente que acerca y evitar marginaciones de cualquier tipo... Y lo podemos hacer de mil y una maneras: Colaborando en campañas solidarias, ayudando al que ayuda, siendo regalo de amor para los demás...
Encendamos pues la tercera vela, la vela rosada, la vela de alegría.
Y sigamos configurando este Adviento con la estrella propuesta por Fano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario