SAN PABLO, POETA SIN COMÉRSELO NI BEBÉRSELO

En algunos niveles de Primaria vamos a ver la figura de San Pablo y a conocer cómo fundó muchas comunidades cristianas al principio del cristianismo.
Una de ellas fue la Comunidad de Corinto. Una comunidad que le dio muchos quebraderos de cabeza por sus comportamientos no muy cristianos.
A pesar de tener mucha paciencia con ellos, de hablarles de la fe en Jesús y de aconsejarles cómo tenían que comportarse si querían se buenos cristianos, ellos como que pasaban de él.

Un día, harto de esos problemas, y sin ánimos de ser poeta ni intenciones de escribir poesía, les escribió un hermoso himno sobre el amor como lo más importante para poder seguir a Jesús y ser unos discípulos suyos con todas las de la ley, que le salió una verdadera joya poética, además de teología (=Estudio y enseñanza sobre Dios y sus cosas) pura.
Cuando se habla bien de Dios y de su amor a los demás, de sus deseos de felicidad y bien para todos, con palabras llenas de verdad y ternura, hasta las regañinas se convierten en poesía.
Y esta "regañina poético-teológica" encaja perfectamente en la celebración del Día del Libro que estamos dedicando a la Poesía y nos viene bien para celebrarlo desde nuestra clase de Reli.

No sabemos si los corintios le hicieron caso por fin, pero ese canto de San Pablo nos quedó como una gran obra maestra, tanto en su forma como en su contenido, y constituye uno de las páginas más hermosas de la Biblia.

Tanto es así que ha sido musicada (=Poner música a un texto) por muchos cantantes, hasta por cantantes no creyentes. También aparece en el cine. Y es que su mensaje es válido para todo el mundo mundial.

Aquí tenemos varios ejemplos.