El pasaje del Evangelio de mañana nos habla de cómo de un grupo de diez leprosos curados por Jesús, sólo uno se volvió a Él para darle las gracias. Y el evangelista vuelve a dejar en buen lugar a un samaritano, que es el que da las gracias, frente a los otro nueve, seguramente judíos que fueron a cumplir con la Ley de su religión y desaparecieron del mapa.
"Gracias" es una de las palabras llamadas mágicas que intentamos que sean queridas y usadas por todos en nuestra comunidad escolar.
Agradecer es reconocer que nos ha sido dado un algo que antes no teníamos o algo que en un momento dado nos hacía mucha falta, sea cual sea "el tamaño" de ese algo. Así que la palabra "Gracias" tendría que estar siempre en nuestra boca y en nuestro corazón para los demás. Y si hablamos de Dios, ya es el no va más. Hasta dormidos tendríamos que estar diciéndole esa palabra mágica.
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