La Cuaresma, como ya sabemos muchos, y como otros están aprendiendo, es un tiempo para reflexionar, para pararnos a pensar en nuestra vida, nuestras actitudes y para comprobar que tenemos que cambiar, convertirnos y poner todas nuestras cualidades al servicio de los demás.
Para ello, es necesario que la ayuda a los más necesitados, la oración y el privarnos de aquello que no necesitamos, reine en nosotros.
Cambiar hace falta todo el año, a cada instante de nuestra vida. Pero este tiempo de Cuaresma nos anima a que el MORADO sea nuestro color de vida que nos ayude a estar siempre cambiando: De lo malo a lo bueno, de lo negativo a lo positivo, de la tristeza a la alegría, de los malos humos al buen humor...
¡¡Vivamos a tope la Cuaresma!!
¡¡Descubramos que cambiar merece la pena!!
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