El pasaje del Evangelio de hoy nos habla de que Jesús se preocupa y quiere que nos preocupemos por los estómagos vacíos, pero también se preocupa y quiere que nos preocupemos de los corazones vacíos. Por eso, Él mismo se hace Pan. Pero no industrial, no con engaños... Él se hace Pan de Vida verdadero, hecho a mano desde el corazón, artesanal al más puro estilo de Dios... Y cuando nos invita a alimentarnos de Él no nos está invitando a ser caníbales, sino que nos está invitando a seguir su estilo de vida basado en el amor. Él es el Pan de Vida Eterna que nos garantiza llevar nuestra vida a tope, a la plenitud, en el amor y en Dios.
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