Hoy, en la fiesta de la Ascensión, celebramos que Dios aupa a Jesús hacia el centro de su corazón. Y, si queremos, nosotros también estamos invitados a esa ascensión. Jesús asciende hacia el Padre porque "ascendió" hacia los demás y nos asciende hacia el corazón de Dios. Pero sin "irse". Se queda con nosotros y nos invita a que no nos quedemos mirando al cielo, sino a quedarnos con los demás desde el corazón de Dios.
Por eso, nos recomienda ser sus testigos y anunciar la Buena Noticia, con todos los medios a nuestro alcance, por todo el mundo mundial, para que el bien y el amor nos alcance a todos.
No hay comentarios :
Publicar un comentario