...nos toca otra vez cambiar la hora...
¿y madrugar más..., o no?
¡Vaya lío!
¿y madrugar más..., o no?
¡Vaya lío!
Y otra vez el pasaje evangélico de mañana hace de despertador de nuestras vidas y nos habla del Amor a lo grande, sin medida, hasta el infinito y más allá, y dando la vuelta, como fórmula para la felicidad.
Y siendo tan sencilla, no sabemos por qué se nos hace tan difícil, por qué nos cuesta tanto.
Amar a Dios amando a los demás, amando al mundo, amándonos nosotros mismos, haciendo todo con amor debería ser lo más de lo más, hasta cambiar la hora y madrugar o dormir más.
El amor lo gaaana todo y gaaana en todo.
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