Y el pasaje del Evangelio de hoy nos habla de que ese Dios trinitario siempre de los siempres está con nosotros y, lo que es más mejor, siempre de nuestra parte frente a todo lo que va en contra nuestra. Por eso es nuestra mejor compañía. Y como todos los pasajes del Evangelio, nos dice que estamos invitados a reflejar la Trinidad, conviviendo unidos y con amor en nuestro mundo y que estamos invitados también a formar parte de esa gran Trinidad de Amor que es Dios.
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