FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA

Hoy celebramos la fiesta de la Sagrada Familia con un pasaje del Evangelio que nos trae la manera de encarnarse nuestro Dios, en una familia. Una familia sagrada como está llamada a ser la de todos y cada uno, una familia donde crecer y sentirse querido y protegido, una familia donde poder afrontar las situaciones difíciles con amor y ternura, una familia donde aprender a conocer y amar a Dios y a los demás desde muy pequeñitos.

DÍA DE LOS SANTOS INOCENTES

Hoy celebramos el Día de los Santos Inocentes, aquellos niños que, según cuenta el Evangelio de Mateo, fueron asesinados por Herodes, por miedo y por ambición.

No tenemos noticia histórica de este hecho que sólo nos cuenta el evangelista Mateo. Pero sí de los muchos crímenes llevados a cabo por Herodes, cuya ambición y miedo a perder su trono y su poder le convirtió en un gran asesino, hasta de miembros de su propia familia.

Y lo verdaderamente terrible es que eso es un hecho que sigue sucediendo en nuestro mundo a cada segundo. Hay muchos Herodes centrados en hacer mucho daño a todo el que se le ponga por delante y hay muchos santos inocentes que sufren ese daño sin ellos haber hecho ningún daño a nadie, que eso es lo que significa la palabra "inocente".

También, gracias a Dios, nos encontramos a muchos santos inocentes que le ganan al mal y salvan muchas vidas con el bien, con el amor, con la lucha por la justicia, con la solidaridad, con la entrega de su persona y de su vida para defender y servir a los demás.

Este día nos invita a ser inocentes, a creer en lo bueno de la personas y a creer que el bien le puede al mal, como Jesús. Y nos invita a usar la bandera del bien para desterrar el mal que quiere ocupar el poder.

Millones de niños siguen siendo victimas de violencia, abusos, acosos, pobreza, hambre, secuestros, explotación... Recemos por ellos junto con nuestro Papa Francisco:

"Dejémonos interpelar (=Algo así como tomar conciencia de una situación problemática, hacerla tuya e intentar comprometerse en la búsqueda de posibles soluciones)  por el Niño en el pesebre, pero dejémonos interpelar también por los niños que, hoy, no están recostados en una cuna ni acariciados por el afecto de una madre ni de un padre, sino que yacen en los escuálidos pesebres donde se devora su dignidad: en el refugio subterráneo para escapar de los bombardeos, sobre las aceras de una gran ciudad, en el fondo de una barcaza repleta de emigrantes”.

Y sepamos que se pueden hacer muchas cosas para intentar remediar y detener esto. Hasta con el arte se puede luchar contra estas situaciones. Por ejemplo, la iniciativa de RefugiARTe, sobre la situación de los refugiados, sobre todo la de los niños:

FELIZ NAVIDAD CON JESÚS EN EL CENTRO DE TODO

MUY FELIZ NAVIDAD PARA TODOS
CON JESÚS EN EL CENTRO
DE NUESTRO CORAZÓN,
EN EL CENTRO DE TODO.

BUENA NOCHEBUENA PARA TODOS

Ojalá que esta Noche sea Buena para todos. Y eso está en nuestras manos si recibimos a Jesús en nuestro corazón para que el corazón del mundo lo pueda recibir también.

CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO: ENCENDEMOS LA CUARTA VELA EMBARAZÁNDONOS DE JESÚS

El pasaje del Evangelio de hoy nos invita a seguir acogiendo a Jesús en nuestro corazón, en nuestra vida y en nuestro ser, hacer y actuar, como lo acogió María. También nos invita a decirle "Sí" a sus planes de Amor y a querer ser mejores personas para los demás, para el mundo y para nosotros mismos.

Encendamos la cuarta vela embarazándonos de Jesús para que todos nos alegremos en Él.

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO: ENCENDEMOS LA TERCERA VELA ESPERANZÁNDONOS

El pasaje del Evangelio de ayer, Tercer Domingo de Adviento (Domingo de Gaudete o de la Alegría), nos habla de saber ver a Jesús y la Luz que nos trae y nos invita a llevar esa Luz a los que la necesitan.

Encendemos la tercera vela de nuestra corona, la rosada, diciéndole "Sí" a esa invitación y llenándonos y llenando de esperanza  a nuestro mundo.

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO: ENCENDEMOS LA SEGUNDA VELA SIENDO CAMINO

El pasaje del Evangelio de hoy, Segundo Domingo de Adviento, nos habla de reconocer, de preparar, de allanar el camino que nos lleva a Jesús.

Ya muchos conocemos a Juan Bautista. Fue un judío del tiempo de Jesús, primo suyo, cuya misión fue ir anunciando la llegada de la Buena Noticia de Jesús y preparando a los que le escuchaban para recibirla y acogerla y para amar a Jesús.

Encendemos la segunda vela de nuestra corona buscando maneras y caminos que conduzcan a Jesús y a su mensaje de amor, justicia, misericordia... y descubriendo, al mismo tiempo, que nosotros estamos invitados a ser camino, y no piedras ni obstáculos, con nuestra persona y con nuestra vida entregadas a los demás para que la Buena Noticia llegue a todos los que nos rodean... y a nosotros mismos.

FIESTA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

El viernes pasado celebramos la Inmaculada Concepción de María, celebramos su ser superguay en todo para Dios y para el mundo, porque supo descubrir y vivir lo que de Dios había en ella sin dejar de ser una mujer, una esposa y una madre con una vida normal.

Esa manera limpia y pura (=Llena de gracia) con la que somos concebidos desde el principio, ella supo ponerla al servicio de Dios y de los demás con su valiente y arriesgado "Sí", con su fiarse de Dios a tope.

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO: ENCENDEMOS LA PRIMERA VELA VELANDO

Estamos en el primer Domingo de este Adviento 2017. Ahora iremos encendiendo las velas de la corona y, al mismo tiempo, iremos reflexionando el pasaje del Evangelio que nos ayudará a ello cada semana y preparando nuestro corazón.

Comenzamos encendiendo la primera vela velando, buscando la luz que oriente nuestra vida y, para eso, tenemos que estar atentos, cumpliendo nuestra tarea lo mejor posible y preparados para acoger y ayudar a quienes nos necesiten. Eso es lo que significa la palabra velar y de eso es de lo que nos habla el pasaje de Evangelio de hoy.