El pasaje del Evangelio de ayer, Tercer Domingo de Adviento (Domingo de Gaudete o de la Alegría), nos habla de saber ver a Jesús y la Luz que nos trae y nos invita a llevar esa Luz a los que la necesitan.
Encendemos la tercera vela de nuestra corona, la rosada, diciéndole "Sí" a esa invitación y llenándonos y llenando de esperanza a nuestro mundo.
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