Hoy, Domingo de Ramos, hemos celebrado la Entrada de Jesús en Jerusalén.
La humildad de Jesús, el dejarse usar por Él -como ese burrito que tanto gusta a los niños-, el dejar entrar a Jesús en nuestros corazones y el aclamarlo como nuestro Rey y Salvador son muchas cositas importantes a tener en cuenta para reflexionar después de haberlo celebrado hoy con palmas y ramos de olivo.
Empecemos esta Semana Santa deseando tener una vida santa, dando siempre la bienvenida a Jesús en nuestra vida y en nuestro corazón y sabiendo que su pasión nos da la vida.
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