Hoy el Evangelio nos da una catequesis para tiempos difíciles.
Pedro (=Todos nosotros) se envalentona y desea hacer lo que Jesús: ser capaz de andar, sin hundirse, sobre las dificultades, sobre los problemas, sobre las cosas que salen mal... Quiere tener fe en Jesús, creer que el bien le puede al mal y darlo todo por todos, como Jesús.
Mientras mira a Jesús todo va y parece que lo logra. Cuando se fija más en lo que le rodea, que es "tela marinera", se hunde.
Somos "valientes miedosos". *
Y es normal porque somos humanos y porque, muchas veces, el mar de la vida se llena de muchas malas cosas. Pensamos que vamos a poder con ellas y saltamos al agua con lo puesto. Y pasa lo que pasa. Aunque sepamos nadar, nos hundimos y nos quedamos con el agüita al cuello.
Jesús le toma de la mano, le reprende y lo devuelve al abrigo de la barca (=La barca de la humanidad, del grupo, de la Iglesia).
El humor se cuela y nos refuerza la catequesis del Evangelio. La viñeta refleja el miedo y el agarrarnos a cualquier cosa, aún cuando decimos fiarnos de Jesús. Las caras son todo un poema.
* (Misioneros Sagrado Corazón. Perú)
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