En el pasaje del Evangelio de mañana vemos a un Jesús que es hombre.
Y lo vemos en el desierto, lugar de retiro para buscarse y encontrarse, para encontrar su puesto en el mundo, que no es otro que servir a Dios sirviendo a los demás.
Y sufre, como todo ser humano tentaciones, las tentaciones de alejarse de Dios y de los demás, pero no se deja y les dice un "NO" rotundo. El nos enseña a elegir lo que nos hace libres y rechazar lo que nos hace esclavos.
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