Hoy se ha juntado el último día de clase en nuestro Cole con la llegada del verano y con la celebración del Día Europeo de la Música.
Y lo hemos celebrado por todo lo grande con mucha y buena música, fruto del esfuerzo y del trabajo en equipo, y con una fiesta de agua y espuma superguay, todo ello regado con la emoción y las lágrimas por la marcha de nuestros compañeros de sexto que se van al Instituto.
Es hora de disfrutar de las vacaciones que tanto nos hacen falta después de tanto trabajo durante el curso.
La cabeza y el corazón, y todo nuestro yo, necesitan tomarse un respiro, pero, cuidadito, sin dejar de usarlos y de darles sus racioncitas diarias de aprendizaje y de sentimientos, así como de estar atentos a ayudar a los demás cuando nos necesiten.
Y a nuestros compañeros de sexto les deseamos lo mejor de lo mejor en esta nueva etapa de sus vidas, agradeciéndoles su paso por nuestra vida y todo lo que hemos aprendido de ellos, como alumnos y como personas. Nos han enriquecido y nos han brindado lo mejor de ellos mismos. Ojalá les vaya bien bonito.
Y, por supuesto, Jesús ha unido a nuestra fiesta.
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