domingo, 23 de octubre de 2016

EL PUBLICANO Y EL FARISEO

El pasaje del Evangelio  de hoy nos dice que para hablar con Dios debemos hacerlo con sencillez, humildad y sinceridad. Su amor es inmenso, más que el universo. Nosotros, por mucho que lo intentemos, siempre amamos en pequeñito, gotita a gotita, con nuestras dificultades y con nuestros límites. Así que ante Él no vale echárselas de ser personas chachi piruli, guay del paraguay, y despreciando a los demás. Ante Él vale reconocer que muchas veces no damos la talla con lo que tendríamos que hacer para amar y servir a nuestro prójimo y pedirle ayuda para ser mejores con los demás, con nosotros mismos y con el mundo.
Eso quiere decir Jesús cuando cuenta esta parábola a sus amigos.


No hay comentarios :

Publicar un comentario